Toda nuestra historia familiar no tendría sentido si mi abuelo Luis González no hubiera entrado en 1939 a trabajar en un laboratorio dental. Después de trasladarse por varias ciudades de España, recaló en 1951 en Salamanca. Quince años más tarde creó su propio laboratorio dental pasándose a denominar “Laboratorio L. González”. (foto antigua donde se aprecie el abuelo de Sergio)
Joaquín, mi padre, se incorporó al laboratorio dental muy joven, y durante todos esos años mi abuelo y él llegaron a ser un referente en la ciudad y comarca hasta llegar a ser vicepresidente del Colegio de Protésicos Dentales de España y especialista en la rama de prótesis removible.
Como no podía ser de otra forma, mi vocación por la odontología era evidente. Me crié en el laboratorio entre escayola, cera y pulidores. Mis juguetes favoritos eran dientes, modelos de alginato, prótesis dentales…etc La inspiración de mi abuelo y la dedicación y experiencia de mi padre inculcaron en mí el amor por esta bella profesión sanitaria.
Mi deseo desde niño fue siempre poder ayudar a los demás, por eso fue miembro de la 1a promoción de Odontología de la Universidad de Salamanca.
En el año 2006 una vez finalizados mis estudios realicé mi gran sueño, que no era otro que crear mi primera clínica dental en Salamanca con el nombre familiar Clínica dental González.
Y al año siguiente en 2007 abrimos la clínica en Toro (Zamora) ¿Que por qué en Toro? Pues eso ya tiene que ver con el amor. Mi padre fue futbolista y durante un tiempo estuvo jugando en Toro, y entre balón y balón conoció a una bella Toresana. Muchos paisanos de Toro se venían a atender en la clínica de Salamanca, así que para evitarles tantos viajes y que se sintieran más cómodos decidimos poner una clínica dental en esta población.
La enseñanza que aprendí de mis mayores fue entre otras cosas la de trabajar desde abajo aprendiendo desde todos los puntos de vista. Eso me ha hecho conocer todos los detalles de esta hermosa profesión y tener una visión global de la salud bucodental del paciente.
Son 3 valores que representan a la familia González. Y me siento tan orgulloso de haber recibido esa enseñanza de mis padres y abuelos, porque hoy puedo decir que…
En un mundo como el actual, la odontología es una profesión muy cambiante donde requiere de formación continuada y sobre todo aprender de los mejores profesionales. Todos los años tanto mi equipo como yo nos desplazamos por todo el mundo a aprender las técnicas más novedosas y traerlas al servicio de los Salmantinos y Toresanos.
La calidad se percibe con el paso de los años. Porque la diferencia entre un tratamiento con calidad o no, se ve con el paso de los años, si tu tratamiento se encuentra como el primer día. Por tanto, no te fíes del corto plazo.
La odontología es dar salud a pacientes que requieren de una solución. La cercanía es un valor que mi familia siempre me ha transmitido como cuestión innegociable e inseparable de la odontología.
Nuestros tratamientos odontológicos son como si fueran para nuestra propia madre, hijo u otro familiar. La confianza se gana siendo honesto y proponiendo el tratamiento que necesita el paciente.
Mi compromiso tanto con los pacientes como con mi profesión trasciende muchas veces el plano personal. Mis pacientes son lo primero y doy lo mejor de mí mismo para superar sus expectativas.